La Batalla de Karánsebes, fue un incidente que tuvo lugar durante la Guerra Austro-turca (1787-1791), guerra que enfrentó al Imperio Austriaco contra el Imperio Otomano.
La guerra se inició debido a que el
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico José II de Habsburgo firmó una
alianza con el Imperio ruso de la zarina Catalina II “la Grande” con el fin de
repeler las ofensivas del Imperio Otomano.
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Bandera del Imperio Austriaco |
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Bandera del Imperio Otomano |
La batalla de Karánsebes está
considerada como una de las batallas más absurdas de la historia ya que se
enfrentaron diferentes unidades del ejército austriaco que creían estar
luchando contra tropas del Imperio otomano, esto se debió a que la mayoría de
las tropas austriacas estaban conformadas por hombres de los pueblos sometidos
(italianos, serbios, croatas, húngaros, rumanos) y pocos de ellos hablaban alemán,
por lo que prácticamente no se entendían entre sí.
La fecha en la que ocurrió esta
batalla varía entre el 17 de septiembre de 1788 y el 21 de septiembre de 1788 y
se desarrolló en una ciudad fronteriza situada en la actual Rumanía, a la que
se dirigió un contingente austriaco de unos 100,000 hombres, liderados por el
propio emperador José II.
Los primeros en llegar fueron una
vanguardia de húsares, unidades de caballería ligera originadas en Hungría, con
la misión de explorar y limpiar el territorio de posibles enemigos, pero no
encontraron a ningún turco. Después de esto, la moral del ejército fue
decayendo, debido a que las arcas estaban vacías, no tenían comida y la malaria
y la disentería habían acabado con miles de hombres, por lo que la indecisión
del emperador hizo aflorar la inactividad, haciendo que los aguerridos soldados
se pasaran la mayor parte del día jugando a las cartas, peleándose unos con
otros y bebiendo los barriles de licor que habían comprado a un grupo de
gitanos.
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Ilustración de un grupo de húsares a caballo |
Al no regresar la unidad de
caballería húngara, los oficiales decidieron enviar una de infantería para
averiguar qué había ocurrido. Cuando llegaron, encontraron a los húsares
borrachos, aunque lejos de indignarse buscaron unirse a ellos, solicitando su
parte correspondiente del alijo, pero estos se negaron a compartir su licor y
utilizando las carretas de los gitanos formaron una barricada, con el fin de
impedir que sus compañeros llegaran a los barriles, iniciando una disputa que
culminó con un disparo al aire, que detonó la desgracia posterior.
Los rumanos creyeron que el disparo
lo había realizado un francotirador turco, por lo que comenzaron a gritar
“¡Turcii!¡Turcii!” (“¡Los Turcos!”) mientras corrían a encerrarse en sus casas.
Los húsares salieron corriendo en sus cabalgaduras hacia el otro lado del río,
donde se encontraba el resto del ejército, y los infantes se desbandaron. En un
burdo intento por imponer orden los oficiales vociferaron “¡Halt!” (“¡Alto!”),
pero dado que pocos de los soldados entendían el alemán, creyeron oír “¡Alá!”,
grito de guerra de los otomanos, por lo que el caos se multiplicó.
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Soldados del ejército austriaco |
El resto del ejército ya se había
despertado, alertado por los disparos, por lo que pensaron que los turcos
habían llegado. Por esta razón, enviaron una nueva unidad de caballería y,
creyendo el oficial de esta que los húsares y la infantería eran una carga
turca, ordenó atacarles. Desde otro lugar del campamento austriaco la
artillería confundió la carga de caballería también con una enemiga, por lo que
dispararon y bombardearon a los jinetes de su propio bando. El desorden y la
locura prosiguió durante las horas siguientes.
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Pintura de la Batalla de Karánsebes |
El propio emperador José II, se despertó
anonadado por los ruidos de destrucción y muerte. A duras penas consiguió subir
a su caballo y emprender la huida, aunque durante esta el caballo se espantó y
el emperador acabó en un riachuelo. Consiguió escapar en otro caballo, ayudado
por su guardia personal, aunque la vergüenza nunca le abandonaría, de hecho, en
una carta dirigida a su hermano el archiduque Fernando después de la batalla
explicaba: “No sé cómo continuar”, “He perdido el sueño y paso la noche
envuelto en oscuros pensamientos”.
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Emperador José II de Habsburgo |
Tras este caos, dos días más tarde,
el ejército turco se presentó en la ciudad, con el objetivo de la toma de la
plaza, en la que halló unos 10.000 cadáveres de soldados austriacos. A pesar de
los daños irreparables que sufrió el ejército austriaco, tanto físicos como
morales, al haber sufrido una de las carnicerías más absurdas de la historia,
liderados por el mariscal Ernst Gideon von Laudon recuperaron el Danubio de
manos de los otomanos.
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Ernst Gideon von Laudon a caballo |
La llamada Batalla de Karánsebes se
conoce como la mayor derrota auto-infligida de la historia. El emperador moriría
un par de años después y debido a la profunda vergüenza por estos sucesos,
mandó poner en su epitafio: “Aquí yace José II, que fracasó en todo lo que
emprendió”.
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