viernes, 10 de abril de 2020

Julián Sánchez "el Charro"

Don Julián Sánchez, apodado “el Charro”, fue un guerrillero y militar al servicio del ejército español y de las tropas libertadoras aliadas durante la Guerra de la Independencia Española, en la que tuvo una significativa participación, con continuos hostigamientos a las tropas imperiales francesas.

Don Julián nació en 1774 en Santiz, localidad ubicada en la provincia de Salamanca. En su juventud se dedicó a la profesión de sus padres, trabajando en faenas de labranza, hasta alcanzar los 19 años, edad a la que se alistó en el ejército, al cual perteneció hasta 1805, año en el que regresó a Salamanca.


Retrato de don Julián
Retrato de don Julián

Con el ejército, formando parte del Regimiento de Infantería “Mallorca”, participó en la llamada Guerra del Rosellón o Guerra de los Pirineos, enfrentándose a los republicanos franceses, siendo herido cuando servía junto a la flota anglo-española en el asedio de Tolón. Tras la captura de Tolón por los republicanos franceses, fue apresado hasta la firma de la Paz de Basilea.

Posteriormente, tomó parte en la Guerra de las Naranjas de 1801, enfrentándose a Portugal, además de participar en la defensa de Cádiz de 1805, combatiendo contra la flota mandada por el almirante Nelson. Tras esta acción, dejó el ejército en diciembre de ese mismo año para volver a Salamanca.

Al estallar la Guerra de Independencia, se incorporó de nuevo al ejército, presentándose en Ciudad Rodrigo para alistarse en el Regimiento de Caballería que la ciudad preparaba. Estuvo empeñado desde el primer momento de hacer las cosas a su manera, por eso adoptó el traje y la silla de caballista del campo charro, en lugar del uniforme y la silla de ordenanza, por lo que acabará adoptando el sobrenombre de “el Charro”.


Ilustración de Ciudad Rodrigo
Ilustración de Ciudad Rodrigo

Don Julián a caballo
Don Julián a caballo

Tras alistarse, fue nombrado cabo primero, y al mes siguiente sargento. En 1809 fue nombrado alférez de caballería y es aquí cuando inicia sus primeras acciones al frente de una pequeña partida de jinetes armados con lanzas para hostigar a las fuerzas enemigas, que se encontraban al sur de la provincia de Salamanca. Al pequeño grupo de 12 lanceros comandados por Don Julián, se les denominará el grupo “Lanceros de Castilla”.

No tardó en disponer de una partida, que se llamará “Los Doscientos de Don Julián”, uniéndose al cuerpo mandado por el general inglés Wilson, con el rango de coronel, obteniendo autonomía propia y la capacidad de aplicar sus propios métodos.


Caballería de don Julián
Caballería de don Julián

Guerrillero de la partida de don Julián
Guerrillero de la partida de don Julián

Don Julián destacó en la defensa de Ciudad Rodrigo en 1810, efectuando salidas y ataques espontáneos en contra de los sitiadores infligiéndoles numerosas bajas. Por estas acciones, en 1815 se le concedió la Cruz de la Defensa de Ciudad Rodrigo.

Al unirse al ejército del futuro Duque de Wellington, se ve obligado a cambiar su uniforme por uno más marcial. Además, el número de guerrilleros a su cargo sufrió un gran aumento, pasando a denominarse Regimiento Ligero de Lanceros de Castilla, y, por último, acaba constituyendo la Brigada de Don Julián.

Caballería de don Julián contra los franceses
Caballería de don Julián contra los franceses

Batalla de los Arapiles
Batalla de los Arapiles

La retirada del Ejército de Massena propició el avance aliado desde Portugal, avance en el que Don Julián tomo parte, participando en la Batalla de Fuentes de Oñoro, en la que su débil línea de cobertura fue arrollada por efectivos franceses muy superiores, motivando las críticas de Lord Wellington, pese a que este tanto antes como después de este suceso había elogiado sus actuaciones en la guerra.

Durante el Sitio de Ciudad Rodrigo de 1812, Don Julián se dedicó a atacar los convoyes que se dirigían en auxilio de la plaza, favoreciendo la recuperación de esta por el Duque de Wellington. Posteriormente sus ataques sorpresivos serán determinantes en la Batalla de los Arapiles, también llamada Batalla de Salamanca.

Una canción española de la época sobre Julián Sánchez decía:

Cuando Don Julián Sánchez monta a caballo
se dicen los franceses ¡viene el diablo!
Cuando Don Julián Sánchez monta a caballo
dicen los españoles ¡vienen los charros!

Tras el final de la contienda y de oponerse al régimen absolutista, al igual que hicieron otros guerrilleros como "el Empecinado", y a los "Cien Mil Hijos de San Luís", en 1823 fue apresado, ingresando en prisión durante 27 meses. En 1827 fue declarado "buen servidor de Su Majestad", además de "purificado", asignándole Valladolid como lugar de residencia, pese a que finalmente acabará confinado en Etreros (Segovia), donde murió en 1832.

Con motivo del setenta y cinco aniversario del sitio de Ciudad Rodrigo de 1810, en la plaza de Herrasti de dicho pueblo se construyó un monumento en honor a don Julián Sánchez, para que todos los mirobrigenses recuerden al héroe que defendió su ciudad. Además en la plaza mayor de Salamanca se encuentra un medallón en su nombre.


Monumento de don Julián en Ciudad Rodrigo
Monumento de don Julián en Ciudad Rodrigo

Medallón de don Julián en la Plaza Mayor de Salamanca
Medallón de don Julián en la Plaza Mayor de Salamanca





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