Una
escuadra naval formada por entre unos 100 y 200 barcos rebeldes holandeses se
encontraban asediando la isla de Bommel, localizada entre los ríos Mosa y Waal,
en la se encontraba el Tercio Viejo de Zamora, formado por unos 5.000 hombres y
comandado por el maestre de campo Francisco Arias de Bobadilla. La situación
del Tercio era crítica ya que al estrechamiento del cerco había que sumarle la
escasez de víveres y ropajes secos.
Representación del cerco a las tropas hispánicas |
El almirante de la escuadra rebelde Filips van Hohenlohe-Neuenstein propuso la rendición honrosa a las tropas hispánicas, pero la respuesta de estas fue clara: “Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos”. Ante esta respuesta, el almirante holandés abrió los diques de los ríos para inundar el campamento español, quedando únicamente sin inundar el montecillo de Empel, que da nombre a esta batalla, donde se refugiaron los soldados del Tercio.
El maestre
de campo del Tercio mandó a sus hombres cavar trincheras para resguardarse del
fuego de artillería enemigo. Uno de estos hombres se encontró con un objeto de
madera que estaba enterrado allí y que resultó ser una tabla flamenca con la
imagen de la Inmaculada Concepción.
Cuando el
hallazgo fue anunciado se colocó la imagen en un improvisado altar y el Maestre
Bobadilla, al considerar este hecho como una señal de protección divina, instó
a la soldadesca a luchar encomendándose a la Virgen Inmaculada.
Descubrimiento de la tabla |
Esa noche
se desató un viento muy inusual e intensamente frío que heló las aguas de uno
de los ríos que rodeaban el montículo de Empel, inmovilizando a los barcos
flamencos que asediaban a las tropas hispánicas y permitiendo que estas últimas
pudieran cruzar el río a pie y atacar por sorpresa a las tropas enemigas.
Los
soldados del Tercio aniquilaron a las tropas enemigas y quemaron todos los
barcos de estas obteniendo una victoria total. El propio almirante holandés,
ante tal derrota llegó a pronunciar las siguientes palabras:
"Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro"
Ataque de los Tercios a los barcos enemigos |
Los Tercios salen victoriosos |
Debido a
esta gran victoria y al milagro ocurrido, en el que el Tercio Viejo de Zamora
se enfrentó y derrotó en condiciones muy adversas a los rebeldes holandeses, a
la Inmaculada Concepción se la proclamó patrona de los Tercios de Flandes e
Italia y, desde 1892, patrona de la infantería española por orden de la regente
María Cristina de Habsburgo-Lorena, celebrándose su festividad el 8 de
diciembre por el Milagro de Empel.
Actualmente,
en el lugar de la batalla se encuentra una pequeña capilla con la figura de la
Inmaculada y una placa que recuerda lo que allí sucedió en 1585.
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